El 60-70% de los pacientes están asintomáticos y son diagnosticados al detectarse el aumento de tamaño de un ganglio, por lo general de la zona lateral del cuello o encima de las clavículas, si bien también pueden observarse en axilas e ingles. En ocasiones una molestia abdominal puede ser indicativa de la inflamación del bazo. Algunos pacientes presentan síntomas derivados de la compresión de alguna estructura del organismo por los ganglios inflamados (tos seca, dolor en la región lumbar).
De forma característica los pacientes sintomáticos pueden presentar: fiebre, predominantemente por la noche; sudación profusa y pérdida no justificable de peso. Son también característicos de esta enfermedad los picores generalizados (prurito), que presenta el 10-15% de los pacientes, y el dolor de los ganglios inflamados tras una ingesta alcohólica.